Por tanto, y repito esto que es importante, si notamos que nos estamos quedando dormiros, lo que hay que hacer es parar y descansar. Otra cosa importante para no dormirse al volante es salir descansado, habiendo dormido bien la noche anterior. Si pese a todo ello, y aún siguiendo nuestros trucos notas que te llega el sueño, lo mejor es parar a un lado de la carretera, dormir un poco y luego volver a conducir el vehículo; de esta forma miras por tu seguridad y por la de los demás.
- Evita conducir durante las horas que sueles estar dormido. Es mucho más fácil quedarse dormido de noche, en especial de madrugada que durante el día. En las horas de sol, puede entrarnos somnolencia por fatiga o aburrimiento pero durante la noche, en especial a partir de las 2 de la madrugada, hay muchísimo más peligro de quedarse dormido.
- Durante el día, procura usar gafas de sol que reducirán algo la luminosidad, que también puede provocar somnolencia. Lleva agua fresca y bebe con frecuencia. Mantenerse hidratado ayuda a mantenerse despejado.
- Enciende el aire acondicionado: Las temperaturas cálidas favorecen la somnolencia. Si pones el aire acondicionado y lo orientas hacia tu cara o si bajas las ventanillas de forma que se haga corriente de aire que te de en el rostro, esto te despejará bastante.
- Sube el volumen de la música y canta en voz alta: es importante que no sea música que te guste mucho, porque eso te podría relajar, sino música cañera o incluso música de una emisora que no sea de tu estilo. Así impedirá que te quedes absorto con las canciones evitando que te relajes.
- Descalzate: Parece entira pero al conducir con el pie descalzo, notamos los pedales de otra manera y esa sensación nos hace estar atentos, evitando la somnolencia.
- Come algo que requiera masticación activa, como caramelos o chicle, siempre que no nos distraiga de donde tenemos que estar, que es atentos a la carretera. Los caramelos mentolados fuertes también son efectivos ya que despejan las vías aéreas y hacen sentir un frescor que despeja bastante.
- El paseo reparador. Una parada en el área de servicio y dar dos vueltas al coche caminando mientras se respira, despejan bastante. Este el el consejo habitual, hacer una parada cada dos horas como mucho, estirando las piernas con las vueltas alrededor del coche y aprovechando si es posible para lavarse la cara y tomar un café o un refresco.
- La siesta rápida. Si vemos que el sueño nos vence, lo mejor para todos es parar el coche en el área de servicio, reclinar el asiento y descansar un rato. Si estamos agotados de verdad nos dormiremos y eso es lo mejor que nos puede pasar. Si simplmente era fatiga o somnolencia por la conducción, daremos una cabezada y tras unos diez o quince minutos estaremos listos para retornar a la marcha. Eso sí, primero una parada para lavarnos la cara y despejarnos de la minisiesta es lo mejor.
- Si quieres llevar bebidas energéticas o café, recuerda que no debes distraerte al beberlas por lo que deben estar al alcance de la mano sin que necesites apartar la vista de la carretera cuando quieras echar un traguito. Si sientes hambre y no puedes evitarlo, para el vehículo y pide algo ligero ya que las bebidas copiosas te podrían causar sueño, y la sensación de hambre te mantendrá más despejado.